sábado, 29 de septiembre de 2007

La Segunda Revolución China

Hace unos meses mi amiga Lola me regaló un libro titulado “La segunda revolución china”, escrito por Eugenio Bregolat (ex-embajador español en China). Hoy mismo lo he acabado y me ha dado una buena perspectiva de los cambios que se han producido en China en los últimos 25 años.

En el libro se menciona la poca presencia de España por estas tierras. Esta parte me ha dado ánimos para seguir estudiando mandarín ya que se puede decir como dirían los catalanes que por estas tierras “hay todavía mucha faena ”.

Esta semana he acabado mi quinta semana de clases de mandarín y el aprendizaje va lento. Aunque estoy contento porque ya puedo decir y escribir un número palabras y frases. Otra cosa distinta es que te entiendan cuando tratas de decirlas o escribirlas…

Hasta hoy, que he estado comiendo en un restaurante español después de ir a visitar el impresionante edificio del Instituto Cervantes, no había comido con cuchillo y tenedor. Así que la prueba de comer con palillos en restaurantes chinos y de distintas nacionalidades de la zona si que creo haberlo superado.

Para terminar, me despido con una frase que he leído en el libro de un antiguo jefe de estado de China (Deng Xiaoping) en referencia al camino seguido en el desarrollo de China : “No importa que el gato sea blanco o negro, lo importante es que cace ratones”.

jueves, 6 de septiembre de 2007

Ni Hao

Cuando estás en un país donde no conoces el idioma descubres cosas de las que no te das cuenta cuando estás en casa. Yo en China he descubierto las tres dimensiones de una carta en un restaurante.

La comida en China es muy barata. Ayer pagué 50 céntimos de Euro en la cantina de la universidad donde he estado ya por dos semanas aprendiendo mandarín. Hoy he pagado 2,5 euros en un restaurante muy agradable. Aunque no siempre es fácil pedir lo que quieres. Hoy por ejemplo, hemos tratado de pedir cuatro brochetas de pollo y de paso practicar los números en chino, pero para nuestra sorpresa sólo ha aparecido una en la mesa…

El menú, por cierto palabra interesante ya que es muy similar a decir (chica guapa) y por tanto palabra fácil de recordar para tenerla a mano.., tiene distintas modalidades dependiendo en el sitio que te encuentres. Si estás en un sitio muy local, está aparecerá sólo en mandarín (dimensión 1). Si estás en un sitio donde va algún extranjero, estará traducida a inglés (dimensión 2). Claro, que no todos los extranjeros hablan inglés y por tanto es relativamente habitual en muchos restaurantes ver la carta con las fotos de los platos (dimensión 3 - idioma internacional).

La dimensión gráfica es muy práctica y aunque muchas veces lleva asociada una imagen de restaurante para “guiris” es verdaderamente útil para mi en estos momentos. También puede ser divertida, el fin de semana pasado estuve jugando a descubrir países haciendo gestos de cosas típicas de los países (imagina cual fue cuando se trato de España...) y me lo pasé genial.
Así que creo que el futuro voy a darle más importancia a las imágenes gráficas. Mientras tanto seguiré aprendiendo caracteres del mandarín que ahora mismo voy estudiar para el examen semanal que tengo mañana viernes. Quizás, en unos meses me pueda valer con esta dimensión para pedir lo que realmente quiero en un restaurante chino…